martes, 8 de octubre de 2013

Exilio musical



Desde que murió la famosa movida madrileña, en la cual, la proliferación de grupos y formaciones musicales tuvo su momento álgido, donde las ideas, innovaciones e infinidad de estilos y sobre todo la difusión de un modo de vida estaba apoyado por los sellos discográficos, todo ha ido cayendo en picado, en barrena.

            Todavía me acuerdo de los últimos ritmos techno-pop que se escuchaban en la radio y en los bares de copas. Sobre todo grupos ingleses. Por los 90 salieron grupos en España que se decantaron por un techno fresco y desenfadado, con canciones alegres y de estribillo pegadizo. Aunque siempre quedarán en la memoria los grandes precursores de este estilo, Azul y Negro o Cetu Javu, los cuales han creado himnos inmortales para nuestra generación.

            La factoría de los productores y hermanos Ten, Tony y Xasqui, creada en 1988, apadrinó a varios grupos de este perfil, aunque el nacimiento de la música electrónica en Europa,  el Eurobeat, comenzaba a ganar adeptos, dejando el decadente pop español, cansino y en ocasiones soporífero, en un segundo plano. Este estilo no pierde adeptos, simplemente hay una mitosis musical en la sociedad. Por un lado continúan los incondicionales de Marta Sánchez, Nek, Alejandro Sanz, Lagartija Nick, Manolo García, Laura Pausini, Shakira y demás. Por otro, comienza el trance y el hardcore holandés, el house de UK y el techno alemán. Fue la época en la que desde la costa valenciana se exportaba todo tipo de música mákina. Quien no recuerda a Chimo Bayo, temazos como L.A. Style y su James Brown is Dead, el Spiral de Dunne, Interfront, Nacho Division, etc. Desde Madrid se inyectaba el trance de Fan dl Kaox y su Raya España 21, Kike Boy y su Basic o el Generación X, Ram-J, PG2… Santuarios como el ACTV barcelonés, la madrileña SPecka, valencianas como Templo, Chocolate, Penélope, Barraca Destroy, Spook Factory, ofertaban este estilo de música para sus clientes. Muchos de los bares de copas se decantaron por seguir con el pop de siempre, con las canciones de siempre, y otros por este nuevo estilo de entender y dibujar la música.

            Por desgracia, quedaba un pequeño reducto de personas que seguían demandando el technopop y synthpop inglés de los 80 y el rock puro y duro. Para estos quedó algún pequeño oasis, pero difícilmente escuchabas este tipo de música en algún garito.

            No obstante, todavía las discográficas tenían los oídos abiertos, pero poco a poco eso fue cambiando. Comenzaron a escuchar más la billetera que las maquetas que llegaban a sus oficinas. Ya no creían en proyectos a medio plazo, ahora querían resultados inmediatos para sus cada vez más gordos y aburguesados accionistas. Comenzaron a subyugar la cultura musical en beneficio de productos creados específicamente para ganar dinero rápido y fácil. Nacieron infinidad de grupos de temporada, como las fresas, que luego nadie recordaría.

            Para rematar todo esto, terminan los 90 con el inicio del nuevo siglo y el 22 de octubre de 2001 nace lo que sin duda extinguió cualquier esperanza de que las discográficas recobraran la cordura y apostaran por un buen producto. Ese fatídico día ve la luz la primera edición de Operación Triunfo.

            No nos podemos hacer una idea del daño que este reality musical hizo a la industria de la música. Coparon todas las emisoras de radio fórmula, las televisiones, las promociones e inclusos las giras por toda España. Fue una plaga que se extendió de un modo terrorífico, llegando incluso a saturar los estudios de grabación donde artistas consagrados de este país tuvieron verdaderos problemas para sacar adelante sus trabajos. La música tal y como la conocimos falleció. Ocho temporadas que escupieron cantarines a la palestra como chinches al mundo de la música. Afortunadamente de la gran mayoría ya no se sabe nada, debido en mayor medida a su enorme talento. Pero dejaron por el camino a grandes músicos que no tuvieron ni la ayuda ni la promoción de estos magnates discográficos, porque simplemente no tenían la intención de arriesgar ni un solo euro. Tenían la gallina de los huevos de oro cagando pepitas y la máquina de contar billetes echando humo.

            OT finalmente mordió el polvo, pero su fantasma sigue vagando por ahí, El número 1 o La Voz, son secuelas de aquella primitiva idea de joder y pisotear la cultura musical de este país.

            Durante el tiempo que duro la dictadura de OT, casi nada sobrevivió, únicamente los grandes dinosaurios, las grandes formaciones y los grandes de la música. En este periodo de erradicación de ideas nuevas, solo salieron a la palestra proyectos y grupejos hechos a la medida de una idea precocinada en un laboratorio o cadena de montaje. Eran como clones que no dejaron espacio a nada más. El queso estaba completamente repartido.

            Pero mientras estábamos abducidos por estos grandes artistas de karaoke, Don Omar nos coló en 2004 el tema Papi Chulo desde Puerto Rico, el cual fue caldo de cultivo de lo que hoy es una jodida enfermedad sonora, el vomitivo reggaeton. Este tipo de ruido y modo de entender la música fue también arropado por los sellos discográficos que lo empezaron a incluir en los ritmos de los temas de sus artistas, los cuales quisieran o no, tenían que aceptar.

            Estamos en 2013, el reggaeton se ha implantado en el sistema operativo de la mayoría de los seres vivientes de este país, y lo peor de todo es que las niñas lo bailan como locas, cuando sus letras son lo más misógino y machista que he podido escuchar en mi vida. Definitivamente el gusto musical y el criterio por lo auténtico y por lo que realmente se puede entender como arte y en consiguiente, entender como artista, se ha ido por el desagüe.

            Yo llevo varios años bicheando por internet y desde un tiempo a esta parte ha proliferado el indie, está latente, se mueve despacio, poco a poco, sin prisa, con paciencia. Este movimiento no se escucha en las grandes emisoras de radio fórmula. Grandes y respetables emisoras como Los 40, que colocan los números 1 a golpe de talonario. Estos grandes especialistas y profesionales no tienen ni puta idea de lo que es calidad musical. Ahora están con los niñatos estos de Aurin y su Heartbreaker, que lo están petando. Estos nenes seguramente no saben lo que es un acorde, un tom, una reverb o un riff. Me sorprende que no nos demos cuenta de que es más de lo mismo. Joder que esto ya fue inventado en 1986 por un tal Maurice Starr, cuando creo el quinteto New Kids on the Block. Entonces podemos decir sin miedo a equivocarnos que estos Aurin con como los Back Street Boys del Hacendado. Hay que ser torpe para hacer una copia y encima hacerla mal. Como dije en su momento de Michel Teló, en menos de un año, no se acuerda de ellos ni Díos.

            Estos divos de Los 40 que presumen de entender de música y de estar a la última tardaron más de medio año, desde junio de 2009, en darse cuenta de que existía un grupo llamado Zenttric y un tema, Solo quiero Bailar, cuando yo ya estaba harto de escuchar sus canciones. A finales de 2009 estos expertos les dieron el premio al mejor artista nuevo y mejor video clip. Si no es por eso, estos chavales no serían tan conocidos y no los hubieras bailado como un poseso en cualquier garito de moda. Estos músicos fueron los teloneros de los Rolling Stones en su concierto de 2007 de San Sebastián. Creo que es algo a tener en cuenta, si tienes una emisora de tanto prestigio.

            El indie es la vacuna contra esta lacra reggaetoniana. El indie se está fusionando con el brithpop, con el techno, con el rock, con el sonido flamenco. Está cogiendo cada vez más fuerza. Están presentes en los grandes festivales de música, FIB, SOS 4.8, Viña Rock, Sonar y muchísimos más, repartidos por toda la geografía española.

            Hoy por hoy, y gracias a la tecnología, con una pequeña inversión te puedes montar tu propio estudio de grabación profesional. Está claro que cuanto más inviertas mejor será, pero lo verdaderamente importante y que no se puede comprar con dinero, es el talento. Un buen ordenador, un programa de edición de audio, un interface de audio y MIDI, un teclado maestro, unos cuantos detalles más y puedes comenzar a investigar en tu casa.

            Están naciendo nuevas y muy buenas formaciones. La gran mayoría se autoproducen sus trabajos y los editan ellos mismos. ¿Estamos ante la decadencia de las grandes corporaciones discográficas? Espero que sí, espero que se atraganten en sus propios vómitos y observen como esos pequeños sellos independientes, en ocasiones creados por los propios grupos, son los que realmente seguirán el legado y sembrarán de nuevo las semillas de ese espíritu de libertad creativa y de esperanza en la independencia del artista.

            Antes las discográficas tenían la sartén por el mango y no tenías opción, ya que montar un estudio de grabación era complicado y bastante caro. Eso ha cambiado, afortunadamente, y claro, eso supone que tú también te puedes comprar tu propia sartén y cocinar lo que te de la real gana. ¿¿Promoción?? Tienes Youtube, MySpace, Facebook y toda la red de internet para ti, para exponer tus ideas, tus proyectos y tus sueños.

            Señores, veo la luz al final del túnel, creo que este movimiento indie será el futuro musical que este país necesita. Espero y deseo con todas mis fuerzas que toda esta basura y cultura musical que nos han insertado en la cabeza se calle de una santa vez. Que todos estos cantarines de karaoke, formaciones artificiales, y sobre todo el reggaetón sean extinguidos y cosa de pasado.

            Desde la plataforma de internet y concretamente desde este espacio que cree hace más de cinco años, para exponer mis pensamientos y mis opiniones, equivocadas o no, deseo y espero de todo corazón la muerte musical del reggaeton y de toda esa amalgama de monopolios discográficos. Tampoco salvo de la quema a Los 40 y emisoras análogas.

            No puede llover a gusto de todos, eso es evidente, pero de vez en cuando que coja el paraguas otro, sobre todo después de tantos años de tener que sufrir esta dictadora sonora, creo que ha llegado el momento de volver del exilio musical en el que nos han tenido desde que murió la movida madrileña y todo lo que supuso para la cultura de este país.

            Operación Triunfo, D.E.P. , o no.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

519 palabras


Como hace unos años, comienzo este pensamiento sin tener una idea predefinida en mi cabeza de lo que saldrá de ella. En esta ocasión no es la música de Cetu Javu la que rebota contra mis tímpanos. Hoy es el grupo escocés Cvrches y concretamente su tema “Gun”. Este me ha sacado del letargo mental que se apoderaba de mí. Aquí, sentado en el sillón de mi despacho, despacho bastante tranquilo, cómodo y fresquito, cosa totalmente necesaria, ya que aquí en Córdoba, aún estando a estas alturas todavía pega el calor de un modo infernal.
Estoy dejando que mis dedos se deslicen por el teclado de mi netbook y que la música impregne mis neuronas en busca de una beta, un destello, un chispazo o una mera señal con la que descargar esta necesidad imperiosa de escribir.
Plasmar en un papel lo que siento por dentro, es algo que desde siempre me ha sido muchísimo más fácil de hacer que interactuar directamente con una persona. Después de todo, para lo relativo a mi vida privada, soy bastante reservado e introvertido. Por eso, cuando la necesidad de hacer un “backup” de parte de mi es algo totalmente ineludible, despego como un avión de papel, a la suerte del viento, el cual me llevará a donde le de la real gana.
En este preciso momento, mientras escribo, me siento liberado de cualquier atadura terrenal, estamos los dos solos. Enfrentado a la pequeña pantalla de mi aparato portátil, como si de un duelo al alba se tratase, el me demanda la implementación de signos desde su aplicación de word y yo respondo a la velocidad que mis dedos y mi cabeza es capaz de funcionar.
Tengo todavía las articulaciones de mis falanges y mis pensamientos entumecidos, ya que hacía muchísimo tiempo que no los ejercitaba convenientemente. Ha sido un proceso oscuro, amargo, fangoso y difícil de explicar. Durante todo ese tiempo, no he sido capaz de sincronizar mi mente y mis inquietudes con la fuerza motriz necesaria para arrancar el motor de mi ánimo, bastante falto de mantenimiento y carente de combustible.
Parece ser que después de una visita al mecánico y una puesta a punto, la maquinaria comienza a funcionar de nuevo. La motivación, la inspiración y la necesidad de volver a volar en ese avión de papel, han regresado con una fuerza inusitada, con más energía, con ganas, con alegría y con una sensación de libertad y desfragmentación de mi sistema mental difícilmente explicable. He realizado un scandisk a mi configuración y he extirpado varios spywear y ficheros dañados, los cuales no dejaban procesar adecuadamente a mi sistema operativo. Atrás quedaron estos meses de sequía, de desidia y pereza. Comienza de nuevo esta andadura, renovada y con tintes de ilusión.
Word sigue pidiendo incesantemente que pulse, que teclee, que no cese de enviar datos a su archivo. En estos precisos momentos, su contador detalla 481 palabras. No son pocas, teniendo en cuenta que hasta hace relativamente poco tiempo eran nulas y que he comenzado como hace años atrás, sin tener una idea predefinida en mi cabeza de lo que saldrá de ella.

viernes, 19 de julio de 2013

Face buuuu!



            Ya somos más de 1000 millones de usuarios en Facebook. ¿Parece mentira verdad? Pero esto significa, que si subes una foto o te etiquetan en una con cara de gilipollas, de asesino múltiple o sencilla y llanamente con la cremallera de la bragueta bajada, la podría ver una grandísima cantidad de gente, pero mucha, mucha.

            Yo he estado pensando en las redes sociales, pero me he querido centrar en Facebook, ya que Twitter no lo utilizo y la verdad, no me inquieta lo más mínimo entrar en su aplicación. Como os decía, me he centrado en Facebook (en adelante Face, queda más glam, chick, cool, etc., etc., etc.), en su morfología y en una hipotética y yo creo que más que necesaria renovación e implementación de algunas aplicaciones que hoy en día se utilizan. Hay momentos en los cuales no puedes expresar lo que verdaderamente quieres decir o exponer.

            Por ejemplo, mi amigo Peláez sube al muro (ahora biografía) un comentario; “Vivan los botijos sin pitorro, aunque soy más de porrón”. Bien! Ya está! Tú lo lees y decides que hacer. Aunque la verdad es que solo puedes elegir entre “Me gusta”, “Comentar” o “Compartir”. Pero… y aquí me asalta una pregunta… ¿Y si por alguna razón, que puede darse, no me gusta su comentario? ¿Qué hago? No hay botón de no me gusta. ¿Y si por el contrario me gusta mucho?, entonces, nuevamente, ¿qué hago? ¿Le doy a me gusta, no me gusta, me gusta, no me gusta y así sucesivamente hasta que lo estime suficiente? Luego tendría que comentar su entrada para que Peláez no pensara que me ha dado un ataque epiléptico: “Killo, tu comentario me ha gustado 4 veces xD”. Por cierto, a ver si alguien me dice qué cojones significa “xD”, porque no tengo ni idea y todo el mundo lo usa. Yo pensaba que significada “Por Díos”, pero viendo lo visto, lo descarté.

            Luego, como ya he dicho en el párrafo anterior, también puedes enviarle un comentario a modo de respuesta en referencia a la entrada de tu amigo. “Medícate killo”, “Ehhhh!! ese pórron, ese pórron, ehhh!!, ehhh!!” o si tienes mucha prisa, no te quieres complicar y quedar de puta madre… “xD”.

            Y por último, puedes compartir la capacidad literaria y mental de Peláez con quien quieras, en tu biografía, en la de un amigo o en un grupo. Hay grupos interesantes a quien podrías reportar esta perla lingüística y son totalmente reales. “Botijo Shop”, “Botijos contra el cambio climático” o “Porrón y cuenta nueva”. A mí se me ocurre un grupo en el que este Peláez estaría como pez en el agua, “El Porrón de maría”.

            Si lo que mi amigo sube a su biografía, aunque eso de subir nunca lo he llegado a entender muy bien. ¿Subir? ¿A dónde? ¿Al servidor? ¿Que está en la azotea? Normalmente en las películas los servidores suelen estar en una especie de búnker bien ventilado y en un sótano. ¿Y si estoy de vacaciones en los pirineos sobre el Aneto a 3.400m de altura, que pasa entonces? ¿Es que estos de Face tienen sus cacharros en el campamento base del Everest a cinco mil y pico metros y vigilados por Juanito Oiarzabal y Edurne Pasaban? Yo creo que es porque sus oficinas están en Palo Alto y claro, eso crea confusión.

            Bueno, como iba diciendo antes de este viaje astral al fondo de la absurdez, retomo el hilo. Si Peláez sube una foto a su biografía, en este caso, ya solo puedes clickar en “Me gusta” o “Comentar”, al igual que con el comentario anterior, puedes hacer uso de estas aplicaciones a tu antojo. Peeeeeero, amigos, si pinchas en la foto, esta se abre y “tachán!!”, aparecen nuevas y jugosas aplicaciones. Puedes “Etiquetar una foto”, o te pueden etiquetar a ti en una foto, o pueden etiquetar a Peláez en una foto (sería con la etiqueta de Anís del Mono), pero a ver quién tienen cojones a ponerle una etiqueta a David Bowie. Tienes las opciones de “Editar tu ubicación” por si has tenido la genial idea de activarla después de haber cumplimentado la información de tu perfil, diciendo donde trabajas, donde has estudiado, donde vives y alguna que otra reseña, además del comentario: “De vacas dos semanas en Bangladesh, mami, la llave está debajo del extintor del rellano, riégame las plantas porfi!! xD”

“Descargar”, por si quieres imprimir la foto de Peláez con la cremallera de la bragueta bajada, enmarcarla y ponerla en el recibidor. “Marcar como spam”, es decir, como correo o mensaje basura. Pues no hay mierda y basura en Face, uffff!!! Estaría todo el día con el dátil clickando, una, otra, y otra más, y otra, y así hasta el infinito y más pa’cá.

            “Denunciar”, por si mi amigo estima oportuno que se le ha faltado al honor al retratarle de esa guisa o “Ir a pantalla completa” para ya descojonarte del todo y sin limitaciones. También la puedes “Compartir”, del mismo modo análogo a los comentarios y “Enviar” a la biografía de un amigo tuyo, amigo de Face, se entiende. No es el mismo que con el que jugabas al escondite y con el que compartías el bocadillo de nocilla. Son amigos Face, compartís otras cosas, le regalas una oveja, él te riega las alcachofas, en fin, lo que se dice un amigo de verdad.

            Tanto para comentarios como para fotos, está claro que faltan aplicaciones, como he comentado anteriormente, por ejemplo: “No me gusta” ¿Que pasa? Que si tu pones un comentario y no le doy a “Me gusta” ¿es que ya no me gusta? ¿Que paso olímpicamente? ¿O ni chicha ni limoná? Yo quiero que se sepa si no me gusta joder, que no estoy de acuerdo, sin necesidad de tener que replicar su entrada con otro comentario del tipo: “Peláez, muérete. xD”

            Otra aplicación, una que me parecería sublime, “Vete a mariscar”. Es como mandar a un tío a la mierda o a tomar por el culo y que de paso le pique una medusa en los huevos y un cangrejo americano le sodomice el dedo meñique del pie derecho. Cuanto tiempo nos ahorraríamos en tener que explicar nuestra más sincera opinión al respecto.

            Otra podría ser “Pichi-picha”, es cuando no estás de acuerdo pero tampoco le pondrías las costillas a la barbacoa y los riñones al jerez con una vara olivera de la campiña jienense.

            Face también tiene un chat, pero eso no es nada nuevo, todos sabemos lo que es y para qué sirve, para chatear. Yo prefiero hacerlo en un bar, pero bueno, para gustos los colores. Esta es otra cosa que tampoco entiendo… ¿¿Para gustos los colores?? ¿¿No debería de ser… Para gustos los sabores?? - Uhmmm!!! Esta pintura azul cielo raso es más suave y cremosa que el amarillo palo, que es un poco empalagosa y su textura no me acaba de convencer.

            Puedes crear “Eventos”. ¿Como suena eh? Eventos, Evennntos, EVENNTOSSS!!! Pues nada, eso es lo que hemos llamado de toda la puta vida, quedar.

-         EVENTO!!!  Vinos en “Él Polvareda”
-         Viernes. 13:00 – 17:00
-         Despejado 37ºC / 19ºC
-         Hemos quedado para tomar unos vinos en la tasca del Polvareda. Espero que podáis venir todos.

Puedes pinchar en “Participar” eso es que vas, “Tal vez asista”, eso es que no lo tienes claro, o “Rechazar”, eso es que no vas. Vamos que eso está inventado y es más antiguo que el hilo negro.

Pero decidas lo que decidas, siempre puedes además dejar tu comentario: “Vivan los botijos sin pitorro, aunque soy más de porrón”. Y si tienes mucha prisa, no te compliques, un “xD” y a otra cosa picha brava.


viernes, 5 de julio de 2013

Soledad desvelada



            Me consideran bastante intransigente y políticamente incorrecto. Abogado de pleitos pobres y me toca sobremanera las "Power Rangers" la impotencia con la que nos roban y se descojonan de nosotros toda esta casta progre de politicuchos de tres al cuarto y banqueros orondos de Monopoly.
Urdangarín Noos vacila con su mechón blanco, igualito al de Stripe, el Gremlin malo. Griñan no sabe nada referente a los ERE de Mercasevilla, y Chaves, ¿sabía algo? Pues… ¡¡chaves tú!! Feijoo se pira en el yate de un narco gallego y tampoco tenía “conocimiento” de sus negocios. Blesa salió del trullo después del escándalo de Bankia. De Rato que decir, un carguito y a funcionar. Montoro no tiene puta idea de porqué Hacienda, que somos todos (es que me descojono) le coloca a la Infanta Elena 13 fincas que nunca fueron suyas. Bárcenas deja de declarar 1,5 millones de euros a la Agencia Tributaria y le devuelven 20.000 pavos del ala. Dice que él no sabe nada SOBRE ese tema. Este también a Soto del Real, como Blesa, y estará poco tiempo allí, como Blesa. Pepe Blanco y sus maletines gasolineros ya son historia. El hijo de p… Pujol pasará la ITV a su coche sin problemas. Y así una y otra vez.
Mientras tanto, todos contentos porque hemos ganado la Eurocopa Sub 21 de Israel, que si ahora toca con la Roja ganar el Mundial, después de llegar a la final de la Copa Confederaciones en Brasil, que si la Sub 20 en el mundial de Turquía llega a cuartos contra Uruguay después de ganar a México en el último minuto, que si Alonso con su Ferrari le intentará dar caña a Vettel y su Red Bull, que si Ancelotti ficha de una santa vez por el Real Madrid, que si Messi debe pasta al fisco y puede ser imputado, que si el contrato de renovación de Cristiano, que si en motociclismo somos una gran potencia mundial, que si Nadal es el mejor tenista de la historia, que si el nuevo novio de "La Esteban", que si el "matador" Don Ortega Cano irá o no a la cárcel... y bla, bla, bla.
En definitiva, este país está lleno de catetos y de analfabetos mentales, seres con cerebro unicelular a los que solo les da para cambiar el canal de su tele de plasma de 42" que se compraron en el día sin IVA del Media Markt, aunque ya tenían dos en casa.
Paradójicamente luego nos indignamos y ocupamos la Puerta del Sol megáfono en mano. ¿¿Indignados?? La mayoría son perro flautas antisistema que no han currado ni cotizado en su puta vida y que solo saben quejarse, hacerse rastas, jugar con el diábolo, hacer talleres, ¡¡talleres!! (otra vez me descojono) y pasear con su perro y su litro de cerveza de acá para allá. Por cierto, hacer botellón se les da de puta madre, pero comprarse ropa de su talla… eso ya es muy difícil. En consecuencia, como me voy a fiar de su criterio si no han doblado la raspa ni para recoger la catalina que plantó su perro en mitad de la calle.
¿Realmente somos conscientes de lo que está sucediendo en este país? ¿Realmente nos damos cuenta de con cuanta mierda nos ametrallan diariamente?? Splash!! ¡¡Gilipollas al agua!! “El Faletazo” (esta vez no me rio, es muy serio que nos compren la inteligencia con semejante basura).  
Lo triste, es que ante nuestros ojos nos están levantando la cartera, el reloj, el aliento y la vida estos seres encorbatados y empacados de Armani, con maletín Louis Vuitton y zapatos Martinelli. Grandes malabaristas de las palabras, poseedores de sonrisas maquiavélicas e hipnotizadoras, controladores de sueños y manipuladores sin alma, que detrás de su bola de cristal financiera, la cual dicta el devenir de nuestro futuro, se dedican a exprimir hasta la última gota de sangre de nuestro sistema arterial. ¿El sudor? ese nos lo dejan a nosotros, para nuestra frente, para nuestros riñones, para nuestra espina dorsal, para nuestro futuro, oscuro por supuesto.
Yo me pregunto: ¿Hasta dónde y cuánto se puede apretar una tuerca sobre una base roscada? Si la física no se equivoca, la rosca terminará cascando, ya sea la de la propia tuerca o la de la base, pero, la llave que aprieta, esa, seguirá intacta tomándose los gin tonics a 3,50€ a nuestra costa.
Yo estoy convencido; tengo corbatofobia: (del latín cortabum -corbata- y del griego fobia -miedo-) Está considerada como la fobia específica a todo ser humano o no, que lleva su cuello adornado con esta tira de tela, generalmente de seda.
Es más, declaro mi más profunda animadversión a los banqueros. Banquero: Dícese de una especie depredadora sin corazón, sin moral, ni principios que te dejará un paraguas en un día de sol y te lo quitará cuando comience a llover.
Sinceramente me siento solo, siento soledad.
Soledad: Según la RAE en su primera afección significa; Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
La soledad que siento yo no es por el mero hecho de no tener una persona al lado, o no interactuar con mis amigos todo cuanto yo quisiera. Además en la distancia es mucho más complejo y cada cual hace su vida a su ritmo y en la dirección que estima más oportuna. En mi caso, la soledad es más bien una sensación de que cada vez somos más autómatas. La comunicación ha quedado en segundo plano. Los fonemas ya no salen de nuestra boca y aunque estamos en la era de la comunicación y la información, es en este preciso momento cuando somos más introvertidos y nos relacionamos mucho menos, humanamente hablando. Tenemos todo el día el teléfono pitando con sms, whatsApps, emails, y demás tipos de comunicación digital, Line, Facebook, Twitter, y muuuuchos más que saldrán y harán que sepamos a tiempo real donde está cada uno de nuestros “amigos virtuales” tomando una cerveza o comiéndose una hamburguesa.
Un ejemplo: Puedes tener 165 amigos en Facebook, de los cuales, realmente has compartido un contacto humano con la mitad de ellos. De esa mitad, a solo un tercio has visto en más de dos ocasiones. Nos quedan unos 25, de los que un 80% son conocidos de tus amigos y a los que no les confiarías el cuidado de tu geranio cuando te fueses de vacaciones a Rovaniemi. En definitiva… los 5 amigos de siempre, a los cuales siempre tendrás ahí y que no te fallarán. Paradójicamente, son con los que menos hablas por todo este tipo de canales de comunicación tan impersonales, fríos y adictivos, que consumen todo tu tiempo, que consumen toda tu batería.
¿Soledad? Claro que me siento solo. Solo porque veo que cada vez estamos más deshumanizados. Cada vez somos más apáticos, cada vez más conformistas, más maleables y dóciles. Nos dirigen como Pávlov a sus perros, a campanazo limpio. Compramos lo que nos dicen, cuando nos dicen y por lo que nos dicen que cuesta, no por lo que vale. Nos vestimos, peinamos, andamos, alimentamos y lo más jodido, pensamos como nos dicen.
Esa es mi soledad, más bien mi sordera, mi rebeldía. No escucho, o quizá no del mismo modo, las campanadas que dictan como debemos ser y estar. Me enerva no saber como transmitir un mensaje de protesta al respecto, que llegue al resto de seres con encefalograma plano y ondas de raciocinio inertes como las de un gato de escayola. Como poder insertar una señal de ruido para desestabilizar e interferir en esa amalgama de datos y comunicación subliminal con la que saturan todo el ancho de banda de la mente humana.
Se necesita un puñetazo en la mesa, se necesita un golpe de efecto, un movimiento ondulatorio lo suficientemente fuerte que haga entrar en resonancia y poder gripar este mecanismo dictatorial que nos aboca al fracaso como personas y aniquila cualquier atisbo de humanidad y conciencia.
Soledad: Según la RAE en su segunda afección significa; Lugar desierto, o tierra no habitada.
¿No estamos solos? Seguramente no, pero creedme si os digo que cuando miro a mi alrededor, únicamente veo almas caminando por la calle, esas almas que en algún momento de su vida fueron personas capaces de comunicarse, de inquietarse al ver a un anciano intentando cruzar una calle o algo tan sencillo como sonreír al observar el más pequeño detalle que pudieras pensar, ese pequeño detalle que es el que más dice: el vuelo de una mariposa, una flor colgando de la barandilla de una terraza, una ráfaga de brisa fresca de la arboleda cercana…
Esperanza: Según la RAE en su primera afección significa; Estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.
¿¿Todavía os preguntáis porqué me parece un país de catetos?? Simplemente porque el mero hecho de que alguien tenga la más mínima inquietud por leer estas líneas en las que expreso mis pensamientos, a veces un poco abollados, en ocasiones un poco radicales, otras simplemente sinceros y sin censura, me parece ya en sí mismo un acto de esperanza y de autoconvencimiento de que no todo esta perdido y de que no somos unos borregos que necesitamos nuestra dosis diaria de soma para poder vivir un día más en este "mundo feliz"
Por desgracia, creo que este país todavía está plagado de títeres, y tenemos lo que nos merecemos.
Títere: Según la RAE en su primera afección significa; Muñeco de pasta u otra materia que se mueve por medio de hilos u otro procedimiento. Su segunda afección; Persona que se deja manejar por otra. Y termino con su cuarta afección; Persona que actúa ligeramente o sin fundamento.
Quedaos con la que más rabia os de, pero tristemente, la soledad va ganando la batalla y cada vez es mayor y más poderosa.

jueves, 20 de junio de 2013

Ser o estar


40 semanas de entrenamiento, 40 semanas de aprendizaje, 40 semanas de formación, 40 semanas de iniciación, 40 semanas de preparación para la misión más importante de nuestra vida. 

Suenan las sirenas, la alarma se ha activado, Inevitablemente, llega el momento de entrar en combate. Hemos estado 40 semanas esperándolo y estamos listos para la acción.
            
 Nos han enseñado a sobrevivir, a preservar nuestra integridad física, a mantenernos con vida, inculcándonos y grabándonos en nuestro subconsciente el instinto más primario, el instinto de supervivencia. Lamentablemente, este instinto no es suficiente para poder tener éxito en nuestra campaña.

Avanzamos sin saber lo que nos vamos a encontrar al otro lado del monte, un 90% nerviosos y un 10% ilusionados, o al revés, es difícil de explicar. Entramos en el campo de batalla con lágrimas en los ojos y temblando de frío. Sin ningún lugar a duda, ha comenzado nuestra larga cruzada. Afortunadamente, el instructor está a nuestro lado, lo que nos hace controlar la respiración y sentirnos a salvo.

Con el tiempo nos vamos dando cuenta de que no sabemos para que nos han entrenado. ¿Cuál es nuestra misión?, Cada uno decide la suya. Unos quieren ser astronautas, otros bomberos, mecánicos, algunos policías, y muchos futbolistas, porque no. En mi caso quería ser una estrella del pop.

Crecemos y la vida, entre ostia y ostia, se encarga de acotar nuestros sueños y estrangular nuestra inocencia. De vez en cuando, miras hacia atrás y piensas, ¿en que puto bache del camino se cayeron mis ilusiones? Sinceramente, no me acuerdo, ni del bache ni del camino, estaba tan concentrado en que no me partieran la cara que no tuve tiempo de volver a recogerla, ni mirar donde quedó. SOLDADO!! AVANCE!! ¿Nos han entrenado para esto durante 40 semanas? Me vais a perdonar, pero yo no me lo quiero creer. Hemos aprendido a sobrevivir, es lo único que nos han enseñado, básicamente. En mi opinión, estamos jodidos.

En momentos puntuales, como si de la ráfaga de una AK 47 se tratase, cientos de fotogramas inundan nuestra trinchera y nos recuerdan días felices. Aquellos días en los que marcábamos un gol en la final de un mundial, conquistábamos planetas y galaxias o salvábamos a una ancianita en un incendio. Fotocomposición que dura bastante poco, gracias al sonido de mortero que nos devuelve a la realidad, amarga como la hiel, desvaneciendo cualquier atisbo de sonrisa en nuestro castigado rostro.

La cara curtida de las ostias recibidas, el pelo más blanco de las alegrías que nos da este puto mundo, las manos llenas de callos de cavar y cavar nuestra trinchera, la espalda castigada y medio quebrada por el peso de la mochila en la que llevamos tantas responsabilidades que la doblega como el brote tierno de un rosal y los pies llenos de ampollas de caminar buscando ese jodido bache donde perdimos la ilusión.

Este objetivo no se puede alcanzar, misión suicida imposible de completar, la guerra está perdida, estaba perdida incluso antes de comenzar, antes del entrenamiento, antes de nacer.

Hemos sido diseñados para sobrevivir, y por lo tanto estamos, pero no sabemos vivir, así que por consiguiente no somos.

Estar podemos estar, más o menos lo podemos conseguir. Unos días más alegres, otros más tristes. Podemos estar en Pamplona, en casa o en la parra. Lo jodido y verdaderamente difícil es ser, por eso no ganaremos la batalla, por eso seguimos simplemente estando, ocupando hueco, espacio, malgastando oxígeno y pasando las hojas del almanaque sin ninguna ilusión, ya que se quedó en el bache de aquel maldito camino del que no consigo acordarme.

Diario de guerra: Día 13.685 de la misión. Sin novedad en el frente. Desde mi trinchera observo como se pone el sol. Estoy esperando a que llegue la noche. Estoy esperando a que el sueño me venza, estoy esperando ansiosamente el momento de poder llegar al REM más absoluto y ser de nuevo una estrella del pop

miércoles, 30 de enero de 2013

Ven - Relato ganador del I Concurso de relato corto "Compartiendo Camino"



Falta una hora para embarcar. Como casi siempre, triste costumbre ya, el avión que me llevará a mi casa llega con retraso, esta vez tengo suerte, poco más de una hora. Es viernes y en mi mente solo se vislumbra la imagen de la montaña. Mis sentidos están ocupados transmitiendo a mi hipotálamo todas esas sensaciones que me trasladan a un lugar lleno de paz. Parece mentira, casi irreal, quizá incluso inexplicable, en mitad de la sala de espera de la terminal de salidas del Aeropuerto de Jerez de la Frontera, el gres de color parduzco que hay bajo mis pies se transforma en tierra vegetal. Casi puedo oler el aroma humedecido por el rocío mañanero de la Sierra Oeste de Madrid.

Mis pulsaciones se atenúan como las aspas de un ventilador al que le han arrebatado la energía. Mis ojos hacen una reverencia al unísono y aparece al instante esa brillante oscuridad. Mis músculos pierden su rigidez y mi cuerpo entra en un estado volátil. Mis tímpanos filtran toda la amalgama de ruidos estridentes y corrosivos, los limita, los muta, los anula. La banda sonora que entra en escena es el viento golpeando con fuerza la arboleda, transmitiendo unas ondas olfativas que dibujan una sonrisa en la comisura de mis labios al ser inhalada y procesada por los receptores de mi nariz.

El ruido ensordecedor de los motores del Airbus A330, que me devolverá a mi hogar, me arranca del trance. No se cuanto tiempo ha pasado, tampoco me importa. Recupero la compostura y embarco. Una vez acoplado más que ubicado, gracias en gran medida a la generosidad dimensional de los asientos, vuelvo a recuperar la cordura y al instante estoy sentado en una piragua cortando el agua sobre el Río Duratón. Siento como mi remo rasga la película superior de su piel líquida y la pala se introduce en su interior con facilidad, como un cuchillo en un trozo de mantequilla. Al jalar siento en mi pecho y en mis brazos toda la fuerza y sentimientos que transmiten sus corrientes, las cuales se desplazan por la caña del remo hasta que se funden en una cómplice danza con las falanges de mis dedos. Mis pulmones se llenan de aire fresco al mismo tiempo que siento el empuje centrifugo sobre mis riñones… Hemos despegado.

Durante casi una hora, alterno agua cristalina con material sintético, aire fresco con un cinturón de seguridad que subyuga mi libertad y la paz más absoluta con las vibraciones que transmiten los dos motores Rolls Royce a través de las alas de este pájaro de acero a todo mi organismo. El momento del aterrizaje no es más liviano.

Comienzo una ruta, T-4 Barajas Gate H42 -  Estación de Metro. Recorro sus pasillos interminables, anónimos, carentes de cualquier vestigio de naturaleza. Un escalofrío recorre mi cuerpo al observar todas esas formas asépticas de metal y plástico, con ángulos artificiales y vacíos de personalidad. Miro al techo y el espectáculo no es más alentador. Toda una plantación, cuadriculada, perfectamente colocada y delimitada de luminarias de luz blanca encoje mis pupilas de modo involuntario y automático para evitar que ese haz me atraviese el cristalino y choque violentamente contra mi retina. Durante unos segundos pierdo la capacidad de enfocar correctamente y aparecen unas motas blancas que revolotean por todo mi campo visual. Incomprensiblemente son copos de nieve. Giro mi cabeza en repetidas ocasiones de izquierda a derecha, como haría un perro que trata de sacudir la humedad de su pelaje, y de repente estoy ascendiendo por un sendero serpenteante del Circo Glaciar de Peñalara. Todo está cubierto por un manto blanco y helado. Los pinos y enebros muestran sus hojas criogenizadas, como el más bello cristal de Swarovski o una beta titilante de cuarzo azul. Asciendo con las raquetas bajo la suela de mis botas Asolo mientras me impulso con los bastones. Estoy cerca del Refugio Zabala, lo veo por momentos, únicamente entorpece ese maravilloso espejismo el vaho caliente que exhalo por mi boca a través de la braga que protege mi rostro y que se mezcla con el aire gélido del ambiente, como un chorro de leche proyectado en el interior de una taza de té. Escucho en la lejanía el canto de un Azor, o quizá sea un Zorzal, no lo distingo. De repente, otro escalofrío. - ¡Próxima estación, Nuevos Ministerios!

Llevo varios minutos de espera en el andén de la estación y ya ha llegado esa especie de oruga metálica que me acercará un poco más a mi morada. Tomo asiento, con mucha suerte por cierto, y se cierran las puertas de los vagones. Comienza el traqueteo y en vagón se mece como una procesionaria deambulando bajo tierra por los túneles excavados bajo la bulliciosa y alocada ciudad. Me apoyo sobre la barra vertical que tengo a mi derecha. Primero el brazo, después parcialmente la cabeza, dulce somnolencia que me separa de mi yo terrenal. Algo salpica mi cara, estoy descendiendo por los rápidos, remolinos y aguas turbulentas del Río Esera de Castejón de Sos, en el Pirineo Leridano. Sobre la embarcación, intento mantener el equilibrio, mientras todo el grupo rema al unísono bajo las órdenes breves, básicas y concisas del monitor, que hábilmente maneja el timón allá en la popa. Con los músculos en tensión, los pulmones se llenan de oxígeno en un instante, al siguiente, ya están completamente vacíos. Todo sucede muy rápido, todos los movimientos son coordinados por una fuerza interior que no se puede explicar. La adrenalina recorre cada milímetro de mi riego sanguíneo. El río te exprime y saca lo mejor de ti. Paradójicamente, también saca lo peor, esos fantasmas, esa tirantez, esa sábana que nubla nuestra percepción hacia todo lo que nos rodea y que no nos deja disfrutar de la vida tal y como es. No hay prisa, no hay mayor problema que la siguiente brazada, todo se hace sencillo a la par que complicado. La pereza, la desidia y la tristeza de diluyen con el agua embravecida del Esera y se pierde en el infinito, se posa en el fondo de su lecho y nunca volverá.

El monitor no descansa, no cesa en demandar órdenes a la tripulación. - ¡Adelante!, ¡Adelante!, ¡Derecha! Retorno a tierra firme y vuelta a empezar. Otro pasillo, varias escaleras mecánicas y de nuevo otro andén. Esta vez el viaje es más corto, solo hay silencio, no hay tiempo para volar lejos. Ya en Atocha, cansado y exhausto persigo con las pocas fuerzas que me quedan la última escala. Solo veinticinco minutos en tren y por fin estaré a cobijo junto a la chimenea. Siento como me hundo en el asiento rígido del vagón, me fundo con su tapicería. Casi compartimos la misma piel. Me deslizo de la butaca hacia una piedra limada y erosionada por la cadencia continuada del agua a través de los años como si de un tobogán se tratara. Cojo velocidad y al instante siento como la fuerza de la gravedad tira de mi hacia el fondo del Río Sella entre una grieta de la montaña. Me zambullo varios palmos sobre mi cabeza. Los sonidos se atenúan y el agua fría impregna mi neopreno. Solo han pasado un par de segundos en la superficie, toda una vida bajo la misma. El chaleco salvavidas que me abraza me devuelve al exterior, un poco desubicado, lleno de agitación y emoción. Recupero el ritmo normal de mi respiración entre gritos y risas, las cuales rebotan por todo el cauce pedregoso del río y se pierden a lo lejos. Me quito el casco, lo lleno de agua y me lo colocó de nuevo. He llegado. Me bajo del tren, abandono la estación de cercanías y tras un corto paseo me encuentro delante del portal de casa. Sonrío y entro.

Son las 6 de la mañana, todavía no ha salido el sol. Hoy es el día, pronto, muy pronto estaré recorriendo el sistema arterial de mi montaña querida. Preparo la mochila, las botas, los getres, el impermeable, guantes y demás prendas de abrigo. Es temprano, pero estoy contento a la par que ilusionado y ansioso. Último los detalles, bocata, bidón de agua, termo con café, unos frutos secos, almendras normalmente, unas cuantas gominolas, y una tableta de chocolate, que siempre gusta y arranca una sonrisa.

He llegado al punto de encuentro, el punto de partida. Saludos, abrazos y ganas por arrancar. Rodeado de mis compañeros de sendero, compartimos el primer café del día, nos fundimos en una tertulia, anteriores rutas, anécdotas, experiencias, consejos y sobre todo el cariño análogo de todos por la naturaleza.

Ya en el autobús que nos acerca lentamente a la meta, que en realidad no es más que el comienzo, me relajo mirando por la ventanilla como desaparece tras de mí la ciudad, sus altos edificios y las luces, todavía encendidas, del alumbrado público, que se asemejan a un grupo salpicado de luciérnagas, esparcidas aleatoriamente por sus calles.

La montaña no es un lugar ubicado en un punto concreto, no es estático, no es lejano ni incomodo. No hace frío ni calor, es acogedor, es abrumador en ocasiones y está presente en cada momento de tu vida. La montaña va contigo a diario, en tu trabajo, en tus labores cotidianas, en tu casa, comprando en el supermercado. Cuando la instalas en tu sistema operativo, ya forma parte de ti, es una prolongación de tu cuerpo, de tu mente, de tu estado vital. Te acompañará allá donde vayas, es fiel y nunca te decepcionará.

Mahoma dijo en una ocasión; “Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña”. En este caso, la montaña ni va ni viene, no puedes ir ni venir de ella, porque la montaña, eres tú.