Por fin estoy en disposición de botar el
barco que tanto tiempo ansiaba. Hay que joderse, siete años al lado de Puerto
Real y Navantia y nada, con la falta que hace mecachis!! Hace escasos minutos me
encontré con Sonia Monroy y Yola Berrocal en la estación del AVE de Atocha y me
he dicho, ahora o nunca. Comienza su construcción, esa esperada y deseada
embarcación donde tendrá cabida toda esa chusma y/o gentuza que en algún
momento no sabemos dónde mandar, además de a tomar por culo.
No quiero ser selectivo, ya que más
adelante os dejaré un camarote doble para que metáis a quien os salga del
esófago. Dos personas a quien mandar al carajo para siempre. Evidentemente
todos los profesionales de los programas y prensa del corazón están invitados,
los reporteros de Cuatro, que podían hacer un nuevo programa de denuncia social…
Callejeros Gilipollas, por ejemplo, y un largo etcétera. Bueno, creo que sabéis
a qué tipo de seres invito a mi barco, que también es vuestro.
Será como Vacaciones en el Mar pero al
estilo reality show. Gran Hermano on the Water, Gran Viaje al infinito, al
olvido, al cañón más profundo que pudiese crearse jamás en el sol. En
definitiva, un viaje sin retorno.
En este tiempo he meditado en quien y donde
irían cada uno de los invitados, sala de máquinas, puente, camarotes bajo la
línea de flotación, y que papel desempeñarían por sus aptitudes y
conocimientos, que se me presumen bastante escasos, teniendo en cuenta que si
juntásemos los coeficientes intelectuales de todos ellos, quizá nos llegaría
para darle un poco de sabor a una Coca Cola Light. Incluso en conversaciones de
bar, que suelen ser las más productivas, en serio, si se juntase la Unión Europea en un
bar de Bruselas para tomar unas cañas con unos platicos de jamón “der güeno” y quesito
manchego, arreglaban todos los problemas del continente antes de llegar a los
cafés. Y si encima hay chupito de hierbas y una Faria, que tiemblen los países
emergentes.
Como iba diciendo, en conversaciones de bar
se me han presentado propuestas que han sido aceptadas sin decir ni “mú”. Entre
ellas una tan fantástica que se me ponen los pelos como escarpias del 8 al
recordarlo, EL TRUEQUE!! Por 2.500 de esos gilipollas, os devuelvo a Jimi
Hendrix. Por 3.000 a
Jim Morrison, por 4.000, uhmmm, a Paco Martínez Soria por ejemplo, y así hasta
vaciar el barco. Se me olvidó comentaros un pequeño detalle, más que un barco,
es un transatlántico, así que tranquilos, que caben más gilipollas que
botellines.
Comenzamos… en la sala de máquinas
meteremos a toda la camada triunfita de este país, junto a grupejos de medio
pelo, creo que aquí englobo sin riesgo a equivocarme al 80% de los grupos que
“suenan” en los 40 principales. Si entrecomillo suenan, porque el ruido también
es un sonido, desagradable, pero un sonido al fin y al cabo. Porque no, también
a sus locutores, a Evaristo Mejide, a Ángel Llácer, Boris Izaguirre y a
Pitbull, al que he llegado a coger más asco que a King África, y eso es difícil.
Por supuesto no podían faltar esos maravillosos personajes que amenizan las
bodas… los tunos. No me quiero olvidar de todos los cantarines de ultramar del
estilo Paulina Rubio, Chayanne, Ricky Martín, Jennifer López, Talía, los
grititos de Shakira y el pollo brasileño este, si hombre, el que se va a comer
Europa según Informativos Telecinco… uhm… el Michel Teló ese. Lo que se va a
comer es un rabo como la manga de un abrigo de pana llena de arena. En medio
año no se acuerda ni Dios de él. No quiero olvidarme del reggeaton y en
especial de Daddy Yankee. En definitiva, todos estos van a la sala de máquinas
para no tener que escuchar sus ladridos. Tranquilos, cabe más gente, os dejo
hueco.
El servicio, es decir, barrer, fregar,
limpiar, planchar, recoger la basura, pelar papas, hacer la colada y sacarle
brillo a las barandillas de proa, popa, babor y estribor, es decir, a todo el
jodido barco, con algodón mágico, estaría compuesto por los presentadores y
periodistas de los programas del corazón, lo siento Mercedes Milá, pero tú
también vienes, te lo has ganado a pulso. Pisotear tu profesionalidad
presentado esa “gran mierda”, es un buen remate para tu carrera, por eso, estás
invitada a barrer. Ya está bien de tocarse el “toto” y llevárselo muerto
vendiendo la vida, el recuerdo y las miserias de los demás. Vended la vuestra a
ver que os dan por ella. A currar de verdad ostias!!
Algún político también cabe, bueno alguno
no, caben todos. Yo metía a todos los políticos de este país, los ladrones de
traje y corbata, los altos cargos que han robado hasta la saciedad y demás
personajes de la misma calaña. No hago distinciones por direcciones, ideales,
colores, sabores, alturas, provincias, ni idiomas. TODOS, absolutamente todos,
van del tirón a las calderas. Sí, es que mi barco es de vapor, uno que es un
romántico. Miles y miles de toneladas de carbón que palear a las calderas hasta
que me salga de la epiglotis. Quiero que sepáis lo que es currar de verdad,
sudarlo y caer en el camastro con la espalda echa un 8 y las manos llenas de
callos.
Estaréis pensando que si va con carbón ¿porque
hay una sala de máquinas? Muy sencillo, por joder. Es más bien una solución
preventiva contra el ruido que emiten sus inquilinos. Prefiero el sonido de
seis motores diesel de tres mil caballos de vapor a veinte mil revoluciones por
minuto, que escuchar el estribillo del Daddy Yankee “dame más gasolina”.
Gasolina no sé neno, pero te vas a “jartar” de gasoil.
La tripulación podría ser bastante inepta,
no es problema, ya que el destino no es precisamente un paraíso, por lo menos
para ellos. Yo estaría feliz como una lombriz, si un día pusiera la televisión
y vislumbrase algo de calidad, sin contar los anuncios, que a veces son
bastante mejores que los programas. Ese sería mi paraíso. Me plantearía incluso
el comprarme una tele.
Como decía, la tripulación puede estar
compuesta por lo más variado y florido del país. Por ejemplo, bastantes
funcionarios que no hacen la “O” con un canuto, liberados sindicales, atención
al cliente de cualquier servicio de telefonía móvil, luz, gas, internet y
demás. Quedan plazas libres.
Y a todo esto, ¿Quién será el piloto que
guiará este arca a su destino? Pues en el puente de mando estará nuestro gran
amigo Lewis Hamilton y su padrino, el simpático y querido por todos nosotros,
Ron Dennis. Creo que sobran los motivos.
Para terminar ¿que nos queda? Pues nos
quedan los pasajeros. Es aquí donde dejaré que vuestra opinión decida quien lo
llena. Os recuerdo un camarote doble por persona. Yo ya tengo a los dos míos.
Los anteriormente mencionados pues no se cuentan. ¿Por qué? Pues por dos
razones básicamente, la primera porque la idea es mía y la segunda y no por
ello menos importante… me sale de los webs.
Los míos son Ramoncín y Javier Bardem. El
primero por fomentar el puto canon y llenarse la boca con que si la piratería y
que somos unos ladrones, cuando el que ha medido la mano en el saco ha sido él.
Un puntito para el Rey del Kentucky Fried Chicken. El segundo también por
hablar más de la cuenta, pero cuando le interesa claro. Mucho grito de NO A LA GUERRA cuando ganaste un
Goya, pero en los Oscar… te faltaron pelotas, perdón, COJONES!!!! No veré una
película tuya en la vida, vendido.
Bueno, pues con esto termino mi exposición.
Reconozco que este es uno de mis pensamientos más radicales, irreverentes y maleducados
de los que he compartido con vosotros, pero al fin y al cabo, es otra de mis
capas. Una cosa es cierta, en ningún momento he dejado de ser sincero y veraz
conmigo mismo. No obstante, es muy posible que alguno de vosotros se sienta
aludido, señalado, o simple y llanamente molesto. Desde estas líneas os pido
disculpas, pero yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré…
Pronto os enviaré la encuesta para que
entre todos llenemos este navío de esperanza para la humanidad. Recordad, dos
por barba
Feliz elección,
1 comentario:
hmmm... en la sentina, donde llegan los residuos de todo este pasaje de lujo, metería a los dueños de los perros cuyos mojones como sombreros mejicanos pisamos en la calle porque ellos no los recogen.
UOOO!!! ¡¡Y a Leonardo Di Caprio en la proa cantando!!
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