Año de nuestro señor 2009
La Perla Negra a 23 de junio…
Llevo varios meses a la deriva, nadie gobierna mi nave. Mi tripulación quedó lejos de aquí. Volví a enrolarme en el barco de mis necesidades más primarias, la búsqueda incansable de la felicidad de mi familia. Anoche todas mis enmohecidas ganas de seguir adelante encallaron en los arrecifes de la bajeza más insultante.
Sentado en el cada vez más pequeño camarote bajo el puente de este montón de madera correosa y descolorida escribo la crónica del que probablemente sea mi último viaje. La sal ha oxidado mi sonrisa, el agua encharcó mis pulmones y mi corazón está lleno de carcoma. Únicamente el ron es capaz de diluir mi ansiedad, ron que guardo en la rancia despensa y de la cual hoy saqué la última botella.
Mirando por la claraboya observo como el viento agita el velamen negro, roído y echo girones gracias al sol, en una danza fantasmagórica que parece echar de menos la bandera bucanera que abrazaba el asta hoy desnudo y quebrado por la postrera tormenta que sufrió mi embarcación.
Hoy más que nunca necesito sentir el aire en mi rostro, la caricia de la infancia y el abrazo de las melodías antiguas, pero los quebrantos del casco desgarrado por mi incapacidad de virar a estribor y los finos corales, me sacan del trance. Noto como las olas golpean fuertemente contra el cuerpo magullado de mi Perla, mientras se desangra, mezclando su brea con el agua, que se empeña en hundirla sin darle tregua.
Durante este éxodo forzoso me he encontrado con buenos marineros, que sin saberlo han cogido el timón de mi vida y la han hecho más soportable. Pero la oscuridad que ilumina mis ilusiones ha sido demasiado espesa para poder licuar toda la desidia que fluye por mi riego sanguíneo. No he sido capaz de achicar toda la tristeza que inunda las bodegas de mi optimismo.
Navegué los últimos días bajo la línea de flotación, lo que sin duda anunciaba el final de mí travesía. Hoy, aquí sentado, con la única compañía de las húmedas páginas de mi cuaderno de bitácora, el cual narra aventuras de otros tiempos, sigo garabateando con las pocas fuerzas que me quedan el final de este pirata.
Cp. Jack Sparrow
3 comentarios:
Uyyyy!!pero bueno ese animo esta muy jodido,es una metáfora tan triste que hasta he sentido ganas de llorar.
Jooooo,yo quiero leerte alegre y divertido como me tienes acostumbrada.Llegar a casa,entrar en tu blog y si mi dia no ha sido muy bueno poder alegrarlo un poco.
Me voy a tomar la libertad de decirte que si realmente no estas agusto pirate busca otra salida o desea de verdad que todo cambie.Pon límites a tus flaquezas y aprende a decir que no a las cosas que se te pueden volver en tu contra y sobre todo piensa que las crisis son episodios pasajeros que buscan un nuevo equilibrio.
Asi que pa lanteeee!!
Un besote.
Mar.
Gracias Mar por tus palabras de aliento. Espero que la tormensa cese pronto. Mientras tanto, solo queda seguir navegando. Un abrazo.
Lyriel, gracias a tí también por tu comentario. Tu blog esta muy muy currado y me tomaré la libertad de enlazarlo en mis rincones favoritos. Me encanta la música gótica. Un saludo.
Querido señor depre dejeme decirle que gracias a esa actitud de total derrota que usted suele tomar, se ha perdido de las cosas maravillosas que la vida le ha brindado! Ya es hora de que vaya saliendo adelante de esos baches de oscuridad en los que suele sumerjirse porque nada consigue con ello. Lo digo desde mi propia experiencia y eso que estaba del otro lado.
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